Durante la Maratón de la Avicultura, se vivió algo más que deporte y celebración: el evento sirvió como ocasión para visibilizar e iniciar la campaña de concientización ‘¡Yo le digo No a la pirotecnia!’, una problemática que afecta tanto a personas como a animales. El objetivo de esta propuesta, que ya se implementó en otros años, es generar conciencia sobre los efectos nocivos que provocan los elementos sonoros y lumínicos de la pirotecnia.
Al respecto, Andrea Colombara (del Área de Salud Animal y Zoonosis) consideró que esta maratón es “una oportunidad de comenzar de hablar de este tema, por eso nos sumamos a la caminata”.
Es así, que para acompañar y apoyar esta campaña participaron referentes del Equipo de Gobierno, concejales, organizaciones protectoras de animales y familiares de personas con discapacidad. Todos ellos llevaron pecheras identificatorias para invitar a más vecinos a que en estas Fiestas disfruten de otra manera, lo mismo que durante toda la noche en las pantallas del Anfiteatro del Lago recordaban el No uso de la pirotecnia.
De esta manera se dio inicio a una serie de actividades de concientización que se realizarán próximamente en las escuelas, otros espacios y eventos.
* EFECTOS
Eliana Wendler (directora de Desarrollo Humano) sostuvo que visibilizar esta campaña es una manera de crear conciencia y recordar el daño del uso de la pirotecnia, que no solo altera a los animales, sino que también causa malestar en personas con discapacidad, en quienes enfrentan problemas de salud y en los adultos mayores, que sufren especialmente los ruidos intensos.
Más en detalle, en personas con hipersensibilidad auditiva, los estruendos pueden causar crisis de estrés, angustia y ansiedad. Son estímulos que no pueden procesar; lo que debería ser un momento de festejo se transforma en una situación de encierro y malestar.
También los adultos mayores con enfermedades neurodegenerativas sufren confusión y shock emocional ante los ruidos y destellos, al no comprender lo que ocurre a su alrededor.
El impacto alcanza igualmente a las mascotas, cuyo nivel de sensibilidad auditiva es mayor que el de los humanos, y hay familias incluso que eligen trasladarse temporalmente a zonas rurales para evitar la exposición.







